Ya he presentado en mi pagina web el próximo grupo terapéutico de trabajo bioenergético. Es por ello que me parece importante incluir algunas entradas en las que hable de aspectos básicos que introduzcan de que trata y el origen de la Bioenergética.
El origen del Análisis Bioenergético se lo debemos a Wilhelm Reich (1897-1957), un psicoanalista discípulo de Sigmund Freud (1856-1939). Según este, el más brillante, aunque pronto separaron sus caminos por profundas divergencias.
Y llego el cuerpo a la consulta
Lo más importante de su creación fue que por primera vez, alguien empezó a mirar hacia el cuerpo en el mundo de la psicoterapia. Se fijó en el «cómo» del paciente en lugar de en el «qué», influencia de Sándor Ferenczi (1873-1933). También en cómo reaccionaba el paciente ante «él”. Desde esta base, se puso a clasificar y a analizar esas diferentes formas de reaccionar, que eran básicamente “corporales”, y no del discurso; gestos, sonrisas, miradas, etc.
Todo esto tenía que ver con ciertos rasgos de W. Reich, era un hombre muy inquieto y no podía quedarse ahí, sólo escuchando el discurso del paciente. Se dio cuenta de que cada persona reaccionaba de formas diferentes ante él, y que la reacción era también corporal, no «explicada». Ahí empezó a dar importancia al cuerpo.
Clasificó diferentes personalidades y después fue asociándolas a diversas estructuras corporales. Al principio sólo observaba. Luego con el tiempo empezó ya a intervenir directamente sobre el cuerpo del paciente, con resultados muy buenos a veces, otras veces no. Y esto es lo que conocemos como Análisis Caracteriológico. Germen de lo que hoy es el Análisis Bioenergético.
La premisa de dicho análisis es que los bloqueos psíquicos tienen que ver con bloqueos físicos, donde la energía queda estásica. Decía que si no incidimos ahí, las terapias duran años. Pensó que era necesario no solo hablar, sino movilizar los bloqueos, para que la energía psíquica del paciente volviera a fluir.
Desarrolló la terapia llamada «Vegetoterapia Caracteroanalítica», concebida para liberar las tensiones de la coraza caracterológica, producto de los impulsos sexuales y emociones reprimidas desde nuestra más tierna infancia.
Cada individuo, decía, se crea una coraza mediante hábitos corporales y actitudes, con el fin de protegerse, tanto del mundo externo como de sus propios deseos e instintos. En el fondo esa coraza es la mejor defensa que cada uno se construye para vivir en su entorno conocido.
Esta coraza corporal se encuentra dividida en siete áreas o sectores. Estas forman bandas alrededor del cuerpo, y en esa banda se estanca la energía. En orden cefalo-caudal las áreas son las siguientes: Ojos, Boca, Cuello, Pecho, Plexo Solar, Cintura o Pelvis, y Genitales. Reich analizaba estas áreas en cada individuo y les ayudaba a desbloquearlas para que la energía o el Orgón pudiesen fluir nuevamente. El desbloqueo era realizado mediante masaje, movimiento, sonidos, y ejercicios.
Ahora hablaremos de Alexander Lowen (1910-2008) y John Pierrakos (1921-2001). La cosa va de discípulos. Estos siguieron las investigaciones de W. Reich y sistematizaron todo su trabajo, dejándonos un legado de ejercicios y técnicas corporales, que llamaron Ánalisis Bioenergético o Bioenergética.
A través de una serie de ejercicios que desarrollaron, favorecían que las tensiones pudieran ir aflojándose. Es esta la manera en la que podemos acceder a los contenidos psicoemocionales detrás de estas. Para desarrollar este trabajo es importante, y nos enseñaron, la importancia de un buen arraigo y la respiración. Base esto último, sobre la que se asienta cualquier buen trabajo Bioenergético.
Trabajo piscocorporal
La profundidad de este trabajo se sustenta en una profunda teoría de la personalidad humana. Uno de los objetivos principales es favorecer la integración de lo que nos pasa, y la exploración de nuestros malestares a través de la toma de conciencia de nuestras propias emociones y sensaciones corporales.
Hasta aquí una pequeña introducción de los orígenes, «en básico», que digo yo.